Desde hace mucho tiepo hemos escuchado que nos aportan mucho hierro. ¿Qué hay de verdad en ello?
Esta creencia de que las espinacas aportan una alta cantidad de hierro, no es así. Un error tipográfico otorgó a las espinacas diez veces más contenido en hierro del que en realidad tienen. Y Popeye nos terminó de convencer de que las espinacas estaban cargadas de hierro y con toda seguridad, que son la mejor fuente de este mineral, lo cual es absolutamente falso.
¿Cuál es el origen del mito de Popeye, las espinacas y el hierro?
A finales del XIX (1870) se hicieron tablas del contenido de hierro de distintos alimentos.
El alemán Erich von Wolf analizó el contenido de hierro que concedían las espinacas de este mineral, pero un error al poner la coma multiplicó la cifra por diez. Si quería decir que 100 gramos de espinacas contenía 3.5 miligramos de hierro, su equivocación le otorgó 35 miligramos.
Pese a que el error se corrigió casi 70 años después, el mito de que las espinacas es el vegetal con más hierro, ha permanecido hasta hoy.
El hecho de que no sea la mayor fuente de hierro del reino vegetal no es motivo para desprestigiar el perfil nutricional de esta verdura. Sus beneficios son amplios y hacen de las espinacas un alimento muy interesante.
- Ricas en acido fólico: es una vitamina del complejo B, importante para que nuestro organismo fabrique correctamente los góbulos rojos y como regulador de algunas reacciones enzimáticas.
- Fuente de vitamina K: fundamental para los procesos de coagulación sanguínea.
- Precursores de la vitamina A: importante para la visión y para generar células epiteliales (cabello y piel). Además, es un potente antioxidante.
- Alto contenido en calcio y magnesio: esenciales para los huesos y el buen funcionamiento de los músculos y el sistema inmunológico.
- Vitaminas A, C, E y los betacarotenos: con un alto poder antioxidante que bloquean los radicales libres. Si se acumulan tienen efectos negativos para la salud.
- Alto contenido en fibra: ayuda a regular el tránsito intestinal, combatir el estreñimiento y un gran efecto saciante.
Cocidas al vapor, salteadas y añadidas en, sopas, platos de pasta y guisos, como guarnición en ensalada, las espinacas se posicionan como un alimento que, independientemente del falso mito, es recomendable incorporar a nuestros hábitos como parte de un dieta equilibrada y saludable.
Pero para la anemia, apuesta por otros alimentos y por la vitamina C para la absorción de este mineral.
¿Lo sabías? Comparte esta información para que dejen de creer en el mito de las espinacas