La calabaza es una verdura que está de miedo. La cultura americana ha aterrizado en nuestro país con fuerza y la calabaza se ha convertido en otro icono de nuestra noche de “todos los santos”. Pero más allá de esta fuerza cultural, las calabazas, sirven para algo más que para decorar nuestros hogares en esas fechas.
Pertenece a la familia de las cucurbitáceas como el melón, sandía, calabacín o pepino. Las hay de muchas formas y colores, habrá algunos que recuerden a nuestra queridísima Ruperta pero no sólo está la redonda y naranja.
Además, la Calabaza es una verdura muy versátil, un alimento bastante desconocido en muchas cocinas pero con la que podemos elaborar recetas saladas como nos sirve para un riquísimo postre y hasta incluso congelarla una vez cortada aunque ya sólo la podremos utilizar en platos calientes.
La temporada de calabaza comienza en los meses de verano (julio y agosto), pero es con la llegada del otoño cuando invade nuestro mercado.
Propiedades y beneficios de la calabaza
- Rica en agua, alrededor del 90% de su contenido. Por lo que tiene una Baja densidad calórica, sobre 32 Kcal/100 g por porción comestible, según la Base de Datos Española de composición de alimentos.
- Alto contenido en fibra, por lo que resulta muy saciante y hace que tengamos menos ganas de comer, ayudando también a un correcto funcionamiento del tránsito intestinal. Posee mucílagos que tienen una acción suavizante y protectora de la mucosa del estómago.
- Contiene carotenos, pigmentos responsables del color amarillento o naranja. Con función antioxidante, algunos carotenos se transforman en vitamina A y su consumo ayuda a prevenir enfermedades degenerativas de la vista.
- El aporte vitamínico más significativo es el de la vitamina C, con una ración, se cubre un 31% de las ingestas diarias recomendadas (IR/día) según la Fundación Española de Nutrición.
- Las semillas, destacan por su contenido en vitamina E que actúa como antioxidante, y su variedad de ácidos grasos (omega3)
Y como dato curioso, se aprovecha hasta la cáscara para la alimentación animal. De hecho, tradicionalmente, en el ámbito rural era habitual dar de comer a cerdos y otros animales las calabazas y toda clase de verduras.
Podemos darle infinidad de usos en la cocina aunque hacerla en cremas o purés es lo más habitual, también podemos cocerla al vapor, al horno, añadirla en guisos, sopas, salsas, panes, bizcochos, pasteles…infinidad de posibilidades.
Porque hay vida más allá de la calabaza en puré.
Os dejo una receta dulce que espero que os guste mucho, pastelitos de calabaza y chocolate
¿Has hecho alguna receta con este versátil alimento?